RELEED #1 / 16

Zona libre, dos novelas y un tópico. La violencia de género en la literatura juvenil

Yanina Pastor Berroa

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Resumen

Zona Libre es una colección de la editorial Norma que tiene 20 años en el mercado editorial y que pertenece al campo de la Literatura Infantil y Juvenil (LIJ). Se caracteriza por haber construido un público lector juvenil y, desde la ficción, haber incluido temas sociales difíciles y conflictivos. Entre estos temas están la violencia de género y la trata de personas. De este modo la colección incluye el tópico violencia contra las mujeres a través de sus dos títulos con perspectiva de género: Elisa, la rosa inesperada de Liliana Bodoc y La chica pájaro de Paula Bombara. Postulamos que los mecanismos lingüísticos puestos en juego en la construcción estética del relato, también permite presentar el tópico violencia contra las mujeres. Demostramos a través del análisis que la literatura juvenil visibiliza la violencia de género, la trata y los femicidios al evocar y reformular los discursos machistas. La colección también brinda un aporte al campo Estudios sobre la edición y el libro, ya que, desde la técnica, innova al cambiar la materialidad del libro impreso al utilizar la narrativa transmedia en la edición de Elisa, la rosa inesperada porque el libro impreso se amplifica a través de un blog, un libro digital y una bitácora de viaje que invitan a los lectores a leer la novela y a sus otros objetos discursivos desde diferentes plataformas propiciando una lectura conjunta.

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Palabras clave: literatura juvenil, edición, narrativa transmedia, violencia de género, estereotipos

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Una introducción sobre el tema

Se parte de la hipótesis  de que todo aquello que no ha sido nombrado es tabú. Se sostiene que la prensa es la primera que se encarga de poner en debate temas sociales, como la trata de personas, la violencia contra las mujeres en sentido amplio. Una vez que estos temas “deben su aceptabilidad a una gran capacidad (de activación) al pasar de la prensa de actualidad a la novela” (Angenot, 2010), es decir que una vez que los problemas son visibilizados y discutidos en la sociedad a través de la prensa, pasan a ser tomados como tópicos en la producción de materiales editoriales, como libros con destinatario juvenil porque esos tópicos ya han sido nombrados y debatidos.

Este trabajo tiene el interés de indagar en la configuración de la violencia de género, es decir como se construye de forma discursiva y enunciativa la violencia de género en estos dos textos, nuestro marco teórico se basa en la teoría de la polifonía de la enunciación Ducrot (1984); la teoría de la argumentación en la lengua elaborada por Ducrot y Anscombre (1983) y en algunos postulados de la teoría del discurso social de Angenot (2010), con este fin se analizan ciertos mecanismos discursivos, como el discurso referido, el discurso narrativizado y las nominalizaciones que contribuyen a la configuración de estereotipos y, a su vez, a su deconstrucción.

Al respecto, cabe destacar que los libros de literatura juvenil suelen ser materiales de estudio o de distensión que frecuentan alumnos de nivel secundario aunque este no sea el único público lector.

Se estructuró el trabajo de la siguiente forma. En primer lugar, se describe el campo de la LIJ en Argentina. En segundo lugar, se presenta la colección Zona Libre. En tercer lugar, se explica los postulados de Angenot (2010), que permiten pensar el discurso social como mercado, al pensarlo como mercado “visibiliza los espacios que habilitan la aparición de ciertos tópicos ‘indecibles’ en el mercado discursivo” (Tosi, 2017), por ende, producto editable y comerciable. Postulamos que el libro como todo género discursivo presenta un dispositivo enunciativo vinculado con la práctica social que lo define (Maingueneau, 2009), posee ciertos rasgos enunciativos y argumentativos que le son inherentes. Luego se presenta el análisis del corpus, tanto de los textos como del blog y del video realizado por los booktubers (y subido a la plataforma de youtube).

1. El campo de la LIJ

Creció enormemente desde 2001 y se produjo un verdadero boom de producción y ventas de géneros ficcionales (Tosi, 2017). En los últimos años el mercado editorial del libro infantil y juvenil se ha consolidado como el campo más innovador del mundo editorial y el que más vende a pesar de la crisis en el sector. Dan cuenta de su crecimiento el auge de las editoriales especializadas en la temática, librerías especializadas en libros de literatura infantil y juvenil y los estudios académicos, como seminarios de grado en la carrera de Letras, cátedras de Literatura Infantil y Juvenil, especializaciones y maestrías, esto evidencia el interés de los más chicos y de los adultos por el libro impreso, y de los investigadores en la teorización y reflexión sobre este campo.

El libro infantil y juvenil cuenta con su propio circuito de consagración. En 2018 se celebró la 28ª Feria del Libro Infantil y Juvenil, feria que se presenta en tres sedes en simultaneo: el Centro Cultural Néstor Kirchner (CCK), Dardo Rocha y Tecnópolis. También se realizó la octava edición del Festival de literatura infantil conocido como Filbita que también se presenta en tres sedes: La Alianza Francesa, cheLA y La Casona de los Olivera, en Parque Avellaneda. Incluso cuenta con su propia asociación, Asociación de Literatura Infantil y Juvenil Argentina (Alija), la cual se encuentra vinculada a la asociación internacional, The International Board on Books for Young People (IBBY).

El libro infantil y juvenil en el mercado argentino se ha caracterizado por estar a la vanguardia porque los títulos argentinos desde hace varias décadas han incluido temas sociales difíciles y conflictivos, desde la ficción, y han construido un público lector juvenil consumidor de estas temáticas. Sandra Comino (2009) señala que los escritores pioneros en traspasar los umbrales de lo prohibido en la LIJ argentina, como Elsa Bornemann, Laura Devatech, Graciela  Montes, Graciela Cabal, Silvia Schujer, Horacio Clemente, Gustavo Roldán, entre otros. Marc Soriano (2005) se refiere a estas temáticas  como “temas tabúes”, los ejemplos a los que se refiere son el sexo. el aparato ideológico del estado, la enfermedad, la desocupación, la guerra, etc. La LIJ y en especial la LIJ argentina, aborda todos los temas pero, aclara Comino, no es literatura sino hay un trabajo de lenguaje. Este postulado refuerza la idea de que es preciso ver cómo se cuenta aquello que se cuenta. Y allí podemos incluir todos los temas, Comino ( 2009, p. 96). Sin embargo, se debe tener en cuenta que los libros con temas difíciles se vuelven un boom editorial porque los temas ya han sido discutidos y visibilizados por los discursos de la prensa, por el discurso social.

2. Zona Libre

Nació en 1998, su fundador fue el autor y editor Antonio Santa Ana. Zona Libre[1] irrumpió en el mercado editorial con el objetivo de construir un catálogo de avanzada para un público lector juvenil de 13 años, primer año del secundario, que buscaba otro tipo de libros y no la literatura que leía en la primaria. Fue en su trabajo como promotor en Norma que Santa Ana identificó una necesidad y un tipo de lector, el lector juvenil. El fundador de Zona Libre, colección de la editorial Norma, decidió arriesgarse al elegir las temáticas a desarrollar en el catálogo de la colección y a posicionar a autores latinoamericanos entre ese lector joven pues el principal destinatario de esta colección fue y es el lector en la escuela. Los primeros títulos de Zona Libre fueron el thriller del autor cordobés Sergio Aguirre, La venganza de la vacaLos ojos del perro siberiano, de Santa Ana, que trata sobre el sida (catalogado como un best seller de la literatura juvenil porque llegó a vender un millón de ejemplares), y Cambio de voz de la autora colombiana Irene Vasco. La colección se impuso en el mercado editorial apenas se inició, se tuvo cuidado en la calidad del producto, fuerza en el diseño y en el reconocimiento de los autores en el campo de la LIJ.

Hace dos décadas que la colección Zona Libre ha incluido libros con destinatario juvenil en los que se tratan temas difíciles entre ellos la violencia de género y la trata  de personas. Esta colección ha sido pionera en tratar temas difíciles, entre ellos la violencia contra las mujeres. Dice Sarlo (1994:18), “la literatura debe abrir un pasadizo, una galería subterránea, trazar una línea tangente que pueda fugar desde un espacio previsible hacia un espacio desconocido”, podríamos pensar, a partir de esta cita, que la literatura juvenil es un pasaje, un espacio, en el que se representa lo conocido, lo dicho, lo nombrado, como el tópico de la violencia para ficcionalizarla, a través de herramientas discursivas, lo desconocido de esa violencia. Angenot (2010) propone abordar el discurso social en términos de una economía de mercado. El autor plantea pensar el discurso social como mercado al postular que el mercado discursivo provee a los ideologemas un valor de cambio. Angenot señala que estos objetos ideológicos encuentran nichos de difusión, pero también se podría sostener que el discurso social como mercado construye estos nichos como en una relación dialéctica al incluirlos en la agenda mediática pues no solo capta públicos fieles, cuyas necesidades se modelan según la oferta, sino que también los construye, es decir que ambos se relacionan de forma dialéctica[2]. De modo que el mercado de los discursos no es pues sinónimo de la cosa impresa, aunque esta pueda dar indicaciones sobre este mercado. Desde este enfoque, sostiene Angenot (2010) que los discursos tienen un precio, se demandan, se ofertan y se intercambian. Es decir que pensar el discurso social como mercado es plantear a las editoriales como empresas discursivas y reflexionar sobre el poder que poseen para enunciar y hacer circular imaginarios o representaciones sociales, Tosi (2017, p. 8). Por lo que sostenemos que los temas de los que se habla en una sociedad, son aquellos que el discurso social habilita, son aquellos temas propuestos en la agenda pública ya sea por el poder hegemónico o por la magnitud del hecho social por lo que los medios de comunicación no pueden no incluirlos. Una vez que estos temas son discutidos en la sociedad dejan de ser tabúes y se convierten en noticiables y comerciables.

3. Literatura juvenil, temas difíciles

El presente trabajo se propone examinar cómo los libros de literatura juvenil interpretan los discursos de la prensa sobre violencia contra las mujeres al representar este tópico en la construcción de mundos ficcionales, como la novela realista. Para ello se analizará un corpus conformado por dos novelas juveniles: La chica pájaro de Paula Bombara, cuya publicación coincidió con la primera marcha del colectivo #NiUnaMenos en 2015 y Elisa, la rosa inesperada de Liliana Bodoc,  en cuya presentación en Córdoba, se invitó a Micaela Verón, la hija de Marita Verón, y a Susana Trimarco madre de Marita. Además ambas obras obtuvieron  menciones especial de The White Ravens de la Internationale Jugendbibliothek de Múnich).

Para analizar específicamente el libro y  la narrativa transmedia, se debe tener en cuenta que cada género constituye una institución discursiva en la medida que presenta un dispositivo enunciativo vinculado con la práctica social que lo define, Maingueneau (2009), por lo que la puesta en libro, es decir las intervenciones realizadas por los actores de la edición en la editorial y en la imprenta en torno al texto y el blog una plataforma que la editorial utiliza como herramienta para ampliar la obra desde una narrativa transmedia, diferentes medios convergen alrededor de uno para presentar distintos aspectos de él (Ryan y Thon, 2014), una forma de nombrar las experiencias narrativas que se despliegan a través de varias plataformas (Jenkins, 2008).

3.1. Violencia contra las mujeres, legislación  argentina

En la última década, hubo avances en materia de derechos de niñas y niños, de prevención y sanción de la violencia contra las mujeres, de identidad de género, de diversidad sexual, de políticas públicas dirigidas a visibilizar el trabajo de las “amas de casa” y de las mujeres trabajadoras de casas particulares, el derecho a la jubilación de estas mujeres. Argentina  es uno de los países que ratificó la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como “Convención de Belem Do Pará”, aprobada por la Ley 24.632, promulgada el 1 de abril de 1996 particularmente su art. 2 establece lo siguiente: “Se entenderá que violencia contra la mujer incluye la violencia física, sexual y psicológica: a. que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio que la mujer”. Asimismo, establece en el art. 5 lo siguiente: “Toda mujer podrá ejercer libre y plenamente sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales y contará con la total protección de esos derechos consagrados en los instrumentos regionales e internacionales sobre derechos humanos”.

Otra Convención en materia de género también ratificada por Argentina  es la CEDAW -Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, aprobada por Ley 23.179 y promulgada el 27 de mayo de 1985 y que cuenta con rango constitucional (art. 75, inc. 22 , de la CN) expresamente dispone en su art. 16 lo siguiente: “Los Estados Partes adoptarán todas las medidas adecuadas para eliminar la discriminación contra la mujer en todos los asuntos relacionados con el matrimonio y las relaciones familiares y, en particular, asegurarán, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres: (…). Los mismos derechos a cada uno de los cónyuges en materia de propiedad, compras, gestión, administración, goce y disposición de los bienes, tanto a título gratuito como oneroso”.

La ley 26.485 “Ley de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales” define la violencia contra las mujeres en el artículo 4°, como “toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las perpetradas desde el Estado o por sus agentes. Se considera violencia indirecta, a los efectos de la presente ley, toda conducta, acción omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja con respecto al varón”.

A pesar de la ley, las mujeres continúan atravesando de violencias indirectas en todos los ámbitos de su vida social e íntima. Rita Segato en las estructuras elementales de la violencia, dice sobre la violencia invisible y cita a Fernández Alonso (2001) quien sostiene que el registro de la violencia física practicada contra la mujer en el ámbito de las relaciones domésticas ha ido en aumento. Los especialistas sostienen que el aumento de las denuncias registradas se debe a la expansión en la consciencia de sus víctimas respecto de sus derechos y no al aumento del fenómeno. En el artículo 5 de la ley 26.485 define la violencia simbólica como “la que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad”. Merchan[3] identifica la necesidad de modificar las lógicas culturales de la sociedad, ya que es en ella en la que nacen y crecen varones violentos y que estos no son monstruos ni enfermos, han sido cultivados y moldeados culturalmente por nuestra sociedad. La violencia simbólica se reproduce en la crianza, en la educación, en la socialización de la infancia y de la juventud. No es por decreto, infelizmente, que se puede deponer el universo de las fantasías culturalmente promovidas que finalmente conducen al resultado perverso de la violencia, sostiene Segato  (2003).

En el artículo 6 de la ley 26.485 define como violencia mediática a “aquella publicación o difusión de mensajes e imágenes estereotipados a través de cualquier medio masivo de comunicación, que de manera directa o indirecta promueva la explotación de mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres, como así también la utilización de mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e imágenes pornográficas, legitimando la desigualdad de trato o construya patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres”. Se debe tener en cuenta que la violencia mediática es también una forma de violencia simbólica, la ideología patriarcal produce y reproduce sentidos sociales sobre el género, se lo continua estigmatizando y estereotipando en el discurso mediático, a pesar de la lucha feminista, de manera específica en el discurso de la información, como en los casos de femicidios y trata, esto contribuye a la reproducción de las condiciones materiales y simbólicas construidas históricamente que legitiman las prácticas violentas y los discursos disciplinantes sobre el cuerpo femenino de manera que se constituye una pedagogía de la crueldad,[4] (Segato, 2014).

En noviembre de 2012 se sancionó la Ley 26.791, que reformó el artículo 80 del Código Penal de la Nación para criminalizar de modo agravado ciertos homicidios relacionados con el fenómeno de la violencia de género. En particular, esta norma amplió la figura del homicidio calificado por el vínculo (inciso 1°) y el catálogo de crímenes de odio (inciso 4°), e incorporó las figuras de femicidio (inciso 11°) y femicidio vinculado (inciso 12°).

La figura del femicidio en la jurisprudencia argentina se la define como aquellos homicidios consumados que fueron agravados por el artículo 80 inciso 11° del Código Penal: “al que matare (…) a una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género”.

3.2. El feminismo y la crítica literaria feminista

El feminismo protagoniza acciones políticas que contienen estrecha relación con tradiciones específicas. El feminismo intenta mantener su carácter contestatario y revolucionario, pero sin cristalizar saberes y certidumbres; sino en admitir el deseo de imaginar y la potencia de la imaginación, como fundamento de la reflexión y acción, Arnés (2019). Nora Domínguez (2000) sostiene que “si la consigna del feminismo fue romper, transgredir, pervertir, dar vuelta los modelos heredados”. Entonces “ni el resultado ni los legados pueden quedar aprisionados en alguna forma de la estabilidad porque aún la deuda de la exclusión tiene llagas abiertas”.

La critica literaria feminista se la considera como una modo de praxis intelectual, como un modo de intervención activa en la sociedad y en el espacio político que delinean las instituciones educativas y sus pedagogías y que se inscriben sobre los cuerpos. 

4. Análisis del corpus

Para adentrarnos en el análisis de los diferentes plataformas que la editorial utiliza como herramientas para tratar el tópico de la novela Elisa, la rosa inesperada desde una narrativatransmedia (Jenkins, 2008), entiéndase esta como una forma de nombrar las experiencias narrativas que se despliegan a través de varias plataformas. Es decir se utiliza la tecnología como una forma de producir un acercamiento entre autor lector, por medio del blog como una especie de mirilla por donde el lector puede ver la “cocina de la escritura”, es decir ser observador del proceso creativo.

Antes de empezar el análisis, describiremos brevemente el argumento de cada uno de los libros.

Elisa, la rosa inesperada narra la historia de una adolescente de 14 años que vive con su familia en una villa de la provincia de Santa Fe. Sin embargo, un día, sus padres se marchan en busca del éxito musical y la dejan al cuidado de Rufina, la abuela materna. A lo largo del libro se relata las distintas situaciones que Elisa atraviesa, como el trabajo de planchadora en el internado porque la abuela no la puede criar ni alimentar. Lugar en el que entabla amistad con una joven voluntaria que la incursiona en el mundo de la poesía. Unos meses mas tarde, recibe la invitación de una tía para vivir con ella en Jujuy, este es el primer paso de un viaje que la lleva al norte del país, en donde termina atravesando situaciones perturbadoras para una chica de su edad pues cae en una red de trata de personas.

La chica pájaro es la historia de una joven que está escapando de su ex novio. Mara corre liviana como un pájaro, trepa a la tela, aquella que lleva consigo y se refugia arriba de un árbol de plaza, el lugar en el que se protege del acoso de Maxi. Darío, un trabajador de la construcción, y Leonor, una vecina que vive cerca del parque en donde está el árbol, testigos de la huida comprenden el miedo en el que está inmersa Mara.

Este trabajo tiene el interés de indagar en la configuración de la violencia de género, es decir como se construye de forma discursiva y enunciativa la violencia de género en estos dos novelas. Se inscribe en el marco del enfoque no logicista y no referencialista de la significación que plantea la Teoría de la Polifonía Enunciativa (Ducrot, 1984). El análisis adopta una concepción dialógica y polifónica del funcionamiento del lenguaje y propone una caracterización del sentido del enunciado como una calificación de su propia enunciación, calificación que consiste en la puesta en escena de una multiplicidad de voces o de puntos de vista y la Teoría de la Argumentación en la Lengua, la Teoría de los Topoi (Ducrot y Anscombre 1983) plantea que la garantía de los encadenamientos discursivos se produce a través de un topos argumentativo, concepto tomado de la Retórica aristotélica  que refiere a las creencias compartidas por una comunidad y representa el pasaje de un argumento a una conclusión; es decir, el topos funciona como el garante que crea el nexo entre dos enunciados. Para este fin se analizan ciertos mecanismos discursivos, como el discurso referido, el discurso narrativizado y las nominalizaciones que contribuyen a la configuración de estereotipos y, a su vez, a su deconstrucción. Las formas narrativizadas del discurso ajeno presentan el acto de habla original como cualquier otro tipo de acción.

De pronto, Mara ve su oportunidad y abre la puerta del auto.

Sale corriendo sin mirar los semáforos y cruza la avenida.

El auto queda detenido. Eso la salva y le regala minutos. Eso hace posible el escape.

Mara corre y entra en la plaza.

Ahora todo depende de ella.

El relato de la novela La chica pájaro se inicia con el marcador discursivo “De pronto” cuyo valor es temporal y es utilizado por el locutor-narrador para mostrar la secuencia narrativa argumentativa del discurso. Y en Elisa, la rosa inesperada, el locutor-narrador es uno de los personajes de la historia, Abel Moreno.

El locutor-narrador comienza la narración en la novela La chica pájaro en tercera persona y utiliza un nombre propio “Mara ve…”. Según Benveniste, la tercera persona (“Mara/ella” ) es una “no persona” por estar referida a un objeto situado fuera de la alocución Yo/Tú, existe solamente por la oposición a la persona yo del locutor-narrador. Es decir que se trata del miembro no marcado de la correlación de persona, pero en este fragmento del relato “ella” refiere a “Mara”.

En la secuencia “De pronto, Mara ve su oportunidad y abre la puerta del auto” en este predicado de percepción se puede identificar una “estrategia evidencial”. Según Aikhenvald (2004), la evidencialidad se define como el dominio semántico relacionado con la identificación de la fuente u origen de la información que el hablante comunica en su enunciado. Se dice que la fuente es directa cuando el conocimiento de lo que el hablante dice ha sido adqurido por medio de una percepción originada en alguno de sus sentidos, e indirecta cuando dicho conocimiento procede ya de una inferencia, ya de la cita de un discurso ajeno (Anderson, 1986; Willet, 1988).  García Negroni (2016) sostiene que las instrucciones asociadas a los puntos de vista evidenciales obligan a buscar e identificar el marco del discurso sobre el que se funda (en parte) de la enunciación que los contiene.  Y dado que los puntos de vista  evidenciales vehiculizados pueden ser directos, indirectos inferenciales o indirectos citativos, dicho marco de discurso estará constituido por encadenamientos argumentativos relativos a percepciones, indicios o discurso  que autentifican, justifican o desencadenan la enunciación en la que dichos puntos de vista se expresan. Así el caso de los puntos de vista evidenciales directos, su presencia exige reconocer que la enunciación en la que aparecen se presenta así misma como surgida de una percepción y autentificada por ella, por lo que el locutor queda representado como fuertemente comprometido con esa enunciación. Así ocurre en “Mara ve su oportunidad y abre la puerta del auto”, en el que el punto de vista evidencial directo (vehiculizado por la estructura sintáctica ver + actualización del núcleo nominal por medio del posesivo “su” + predicativo objetivo). Entonces el discurso sobre la percepción directa de una determinada percepción es la prueba fundante de la enunciación global (Ve su oportunidad por lo tanto abre la puerta. Sale corriendo…”), el locutor asume plenamente el punto de vista evidencial.

El auto queda detenido. Eso la salva y le regala minutos. Eso hace posible el escape.

La nominalización pone  en juego una configuración polifónica que habilita una estratificación del sentido y un desplazamiento de los niveles de aserción. En efecto, en tanto vehículo de puntos de vista preconstruidos en el discurso en el que aparecen o en otros discursos anteriores (Pêcheux, 1975), las nominalizaciones hacen pasar del nivel de lo acertado al nivel de lo implícito. Pero cuando las condiciones de producción de las nominalizaciones han sido borradas, el locutor no hace de los puntos de vista vehiculados por la nominalización el objeto declarado de su enunciación, solo la hace aparecer bajo el modo de lo construido y de lo presentado y en ese sentido como conceptos no sujeto a discusión.  La expresión “el auto queda detenido”  es nominalizado y actualizado en la secuencia enunciativa “Eso la salva y le regala minutos. Eso hace posible el escape” por medio del determinativo “eso” y la referencia a Mara  por los pronombres de OD “la” y OI “le”.  “El auto queda detenido” presupone que “eso hace posible el escape”, pero la nominalización deberá ser vuelta a leer e interpretar la presencia de un “alguien” de quien Mara escapa.

(…) ¿Mamá?

Marita, vení, por favor.

Eso sí que no lo aguante. ¿Su mamá en la plaza?

Asomo el rostro entre la tela y mira hacía abajo. Mamá, ¿qué hacés acá?

Maxi me obligó, dice la madre en un susurro de palabras resbalosas, señalándolo con un movimiento de cabeza. Él se mantiene alejado pero la observa fijamente.

Me dijo que te va a prender fuego. Yo le tengo miedo al fuego.

¿Viste el noticiero? Prenden fuego. Yo le tengo miedo al fuego, le dice la madre con vos mínima y quebrada; luego, cambiando el tono, retándola para que se escuche agrega: ¡Bajá de ese árbol!

Y luego cambiando la mirada, en un susurro que Mara escucha apenas, te va a prender fuego ¿viste el noticiero?

Mara siente que se ahoga.  Mamá, ¿para qué te trajo?

No sé. Me metió en el auto y me trajo. Me dijo que te va a prender fuego. Dice que tenés que volver a casa. Con él. Conmigo. ¿Viste el noticiero? Tengo miedo, el fuego me da miedo (…).

El discurso ajeno los llamados “estilo directo” y “estilo indirecto”. El primero suele definirse como la modalidad discursiva que supone una retransmisión literal, y el segundo, se introduce, tras una conjunción subordinante, como en  Me dijo que te va a prender fuego. También el discurso narrativizado, las palabras ajenas reformuladas, una caracterización de este tipo de discurso, como en Maxi me obligó, dice la madre en un susurro de palabras resbalosas, señalándolo con un movimiento de cabeza.

Elisa, la rosa inesperada

 (…) La sostuvieron y la arrastraron como a cualquier borracha. Se la llevaron, y solamente una indiecita fantasma estaba viendo. La subieron al mismo auto que la había traido (…).

Se despertó a causa del calor y la falta de aire en depósito transformado en dormitorio. De un lado tenía el lomo pulposo del Mosca y, atravesado sobre sus piernas, el torso de Neiro, que dormía con la boca abierta. En ese momento, Elisa Viltes hubiese creído todo acerca de sí misma y de su condición: que era un pedazo de nailon, que estaba cubierta de espuma sucia, que era la amante de un poeta, que sabía ingles, que estaba encerrada adentro de una mochila, que Beatriz era su mamá, que se estaba muriendo.

La utilización del impersonal la sostuvieron, la arrastraron, se la llevaron, la subieron + OD. Los pronombres de objeto directo marcan la referencia, la presencia de Elisa objetiva, como una cosas que es arrastrada y manipulada.

4.1. La chica pájaro, el booktuber como mediador de lectura

Michel de Certeau (1999) sostiene que “leer: una cacería furtiva y poética de consumidores”, es decir que el lector al apropiarse de la obra construye una nueva obra por medio de la intervención que hace de ella. Sostenemos quelos booktubers, bloggers y bookstagrammers (BBB) difunden la literatura juvenil como mediadores de lectura, pero le dan a la obra nuevos efectos de sentido. La plataforma de youtube, la utilización de las nuevas tecnologías, como los videos son la vía por la que los BBB promocionan la lectura a los jóvenes lectores.

Los booktubers han alcanzado gran fama entre sus seguidores al punto de ser indispensables para las editoriales que los contratan como promotores de lectura pues se han construido como nexo entre las editoriales de literatura juvenil y el lector joven. Los lectores que consumen estos videos creados por los booktubers, ven, leen y escuchan la reseña del libro, como el video analizado del libro La chica pájaro, el video se presenta como si fuera una especie de mirilla por donde el lector puede observar.

Chartier (2000) cita a De Certeau y dice: “Según la bella imagen de Michel de Certeau, el lector es un cazador furtivo que recorre las tierras de otro. Apropiado por la lectura, el texto no tiene exactamente –o en absoluto– el sentido que le atribuyen su autor, su editor o sus comentaristas. Esta libertad del lector desplaza y subvierte lo que el libro intenta imponerle”. En este caso, el booktuber se convierte en términos de Michel de Certeau como el comentarista de la obra a otros lectores, es decir un promotor de lectura que, a su vez,  es un par, pero le proporciona nuevos efectos de sentido a ese discurso ya que el medio de trasmisión no es una simple manera de transporte para el discurso, sino que fuerzan su contenido y gobierna los usos que se pueden hacer de él (Maingueneau, 2009, p. 63). Es decir que modifica el conjunto de un género discursivo.

Los booktubers se han vuelto tan famosos entre sus seguidores que en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), en 2015, se organizó el concurso “Somos booktubers” para premiar a los mejores videos de estos lectores promotores de lectura. En 2015, en la 41ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, se convocó a los booktubers para que presentaran en una conferencia a su comunidad y se reflexionara sobre su papel de influencia sobre el lector joven. Después de 4 años, en el marco de la 45ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, los booktubers, bloggers y bookstagrammers (BBB), promotores de la literatura juvenil, tanto nacionales como internacionales se dieron cita en la llamada “Movida juvenil” y convocaron a una gran cantidad de lectores jóvenes que se acercaron hasta la Feria del Libro.

La figura del BBB cada año se ha hecho más fuerte e importante en el mercado del libro juvenil. Si bien los BBB utilizan las nuevas tecnologías para promocionar la lectura entre el público juvenil, se puede ver en los videos de youtube la necesidad que estos tienen de mostrar el objeto libro en su materialidad no solo comentarlo y reseñarlo de forma oral, sino que se construyen como verdaderos críticos literarios, pero se distancian de esta figura y no se reconocen como tales. También les es de suma importancia mostrar a sus seguidores de qué manera manipular el libro, cómo utilizar los señaladores, los post-it, qué tipos de anotaciones hay que hacer en un libro: subrayado, corchetes, uso de resaltadores. De modo que se percibe en la figura del BBB la configuración de un saber que se trasmite de forma simple, pero que a la vez se construye como una voz de autoridad y de saber frente a sus pares.

La cultura, para una gran parte de los BBB, se encuentra representada por una biblioteca que por lo general aparece de fondo en los videos, una biblioteca convencional; el uso de anteojos; materiales de librería, pero lo preponderante en estos videos es ostentar una copiosa biblioteca con libros en soporte papel. Objetos culturales simbólicos a los que se les otorga valor, como el libro en soporte papel, las nuevas tecnologías: teléfonos celulares inteligentes, computadoras y programas de diseño, se unen para trasmitir los discurso de los booktubers sobre el objeto cultural libro, como los 10 mejores libros románticos, fantásticos, de temática de género o de un género literario en especial. Estos libros son presentados por medio de reseñas orales, estos discurso son trasmitidos por medio de un video a través de la utilización de un lenguaje llano, crean un efecto de intimidad y cercanía con respecto al seguidor-lector, al que ponen al día de los últimos títulos, reediciones y libros recomendados para comprar y leer.

4.2. Elisa, la rosa inesperada, una narrativa transmedia

Carolina Tosi en su artículo “La Indeterminación como recurso narrativo” (2017) postula que el libro álbum es un producto de la creación del escritor/ilustrador, pero también de las intervenciones editoriales que resignifica el texto original a través de operaciones relativas al diseño, a la composición de las páginas interiores y de las tapas, a la elección del formato o del tipo de papel, entre otras.

Del mismo modo podríamos pensar a Elisa, la rosa inesperada como narrativatransmedia, es decir una historia que tiene la capacidad de fluir por diferentes plataformas, como youtube, blog, bitácora de viaje que resignifica el texto original y que permite la creación de nuevos objetos con otros géneros discursos que amplifican la obra.  De igual modo La chica pájaro, son sus lectores los que amplifican la obra al crear nuevos objetos con otros géneros discursivos, pero en este último caso, la intervención es la del lector de la obra, este se apropia de ella.

Se sostiene que la narrativatransmediaestá compuesta por distintos soportes que demandan que los discursos sean adaptados a estas plataformas para construir ese mundo de significaciones que se expande en su contenido construyendo otros objetos culturales que no necesariamente continúan la obra, pero sí la refuerzan.

En el proceso de creación de estos productos culturales, intervienen los profesionales de la edición: el escritor/diseñador gráfico/ilustrador/programador/corrector/editor, estos, a partir de un trabajo conjunto, logran intervenir el texto original a través de operaciones relativas al diseño, edición, programación, ilustración, corrección y composición de la obra, pero también participa el lector de forma directa a través de sus comentarios y de forma indirecta, de manera paralela, con su propia producción, como blogs y  videos. Es decir la utilización de diferentes plataformas en las que el lector puede dedicarse a la actividad de blogging (Jenkins, 2008). El blogger suele hacer su propia representación de la obra y a veces adaptarla o cambiar el final como un actor colaborador de una reamplificación de esta. Si bien el libro ya está amplificado por la narrativatransmedia que permite la lectura de la novela en soporte papel y de sus complementos (blog y bitácora) de forma paralela.

El blog se presenta como una herramienta de trabajo en el aula o fuera de ella como material complementario de la obra, y también presenta información para prevenir la trata de personas porque permite trabajar este tema con los alumnos a partir de las indicaciones de la Fundación María de los Ángeles. Esta información se encuentran en la última pestaña del blog cuyo nombre es sobre la trata. De modo que la bitácora de viaje permite tanto al docente como al alumno reflexionar sobre la escritura creativa, ya que le da herramientas al lector para acercarse a la escritura de literatura como un acto de creación de mundos posibles.

https://elviajedelilianabodoc.blogspot.com/

Conclusión

Para concluir, la narrativatransmedia es una herramienta que permite amplificar el libro, construir nuevos objetos culturales que completan la obra y que permiten un mayor acercamiento e intervención del lector, retomando la idea de De Certeau (1999) “los lectores son viajeros, circulan por tierras ajenas, nómadas dedicados a la caza furtiva en campos que no han escrito, arrebatando los bienes de Egipto para gozar de ellos”.

Además la obra amplificada en soporte digital, el blog, se presenta como una herramienta de trabajo en el aula o fuera de ella como material complementario de la obra. Incluso también presenta información para prevenir la trata de personas y visibiliza la violencia contra las mujeres, es decir que la obra se resignifica de manera que son otros sus valores simbólicos. Estas valoraciones se dan a través  de decisiones editoriales, como operaciones relativas al soporte, diseño y contenido.

En la narrativa transmedia, los discursos son adaptados a estas plataformas para construir ese mundo de significaciones que se expande en su contenido construyendo otros objetos culturales, es decir amplifican la obra no necesariamente la continúan, pero sí esos discursos adaptados la refuerzan.

Bibliografía

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[1] Zona Libre es una colección que pertenece a la editorial Norma. Editorial fundada en 1960 que logró ser una de las editoriales de literatura de ficción para adultos más reconocida de lengua española, pero que decidió en 2011 redireccionar su negocio al campo de la LIJ y de la educación.

[2]  El carácter dialéctico de lo real, en términos de Hegel, significa que cada cosa es lo que es en interna relación con otras cosas. La realidad, desde la dialéctica, no es fija ni determinada, sino que está en un proceso de constante transformación y cambio. La realidad está regida y movida por la contradicción pues cada realidad particular tan solo puede ser entendida en relación al todo. 

[3] En #Ni Una Menos desde los primeros años: educación  en géneros para infancias más libre, Cecilia Merchan

[4]  Rita Segato define “pedagogías de la crueldad’a todo  acto y práctica que enseña, programa y habitúa a los sujetos a transmutar lo vivo y su vitalidad en cosas. Esto supone la captura de algo que fluía errante e imprevisible, como es la vida, para instalar en su lugar la inercia y esterilidad de la cosa mensurable, vendible, comprable y obsolescente, como le conviene al consumo en la actual fase apocalíptica del capital. El ataque sexual y la explotación sexual de las mujeres son actos de rapiña y consumición del cuerpo que constituye el lenguaje mas preciso con que la cosificación de la vida se expresa.